06 marzo 2024

Comentarios. La joven de la perla. Tracy Chevalier

Club Caliope

Autor: Rafael Serrano Allely

Mis notas

Me parece un acierto la utilización de la primera persona porque le da una profundidad increíble a la protagonista: sus pensamientos, su evolución, sus relaciones… así como su percepción de la forma en que se proyecta el resto de los personajes sobre ella: los miembros de su familia, los miembros de la casa en la que sirve así como el resto de personajes.

Se mantiene hasta casi el final una cierta tensión por parte de la joven entre Peter el hijo del carnicero y Vermer el pintor, que pone de manifiesto dos tipos de relaciones que se resuelve sin más problema a pesar de haber sido su acercamiento al pintor muy intensa. Su  relación con el pintor es distinta: sutil, de admiración por ambas partes.

Hay un derroche enorme de sensibilidad, no exenta  de cierta tensión entre los miembros de la familia y con ella misma que en ocasiones deja a un lado su docilidad y aprende a sobrevivir y a encontrar su sitio en la nueva situación (“…empecé a encontrar mi sitio en la casa de Oude Langedijek. Mi nueva vida estaba reemplazando a la antigua”)

Pero la mayor tensión que percibo se refiere al escaso conocimiento que consigue tener la protagonista sobre el pintor, incluida la posible relación sentimental, salvo el ser un pintor muy particular.

Siente admiración por el pintor pero no sabe a ciencia cierta si era correspondida por él. Si es su musa. Si le proporciona acercamiento, conocimientos sobre la pintura, los colores, la luz, sobre la forma de posar… así como la utilización de la “cámara oscura” para tener mejor perspectiva de los modelos a pintar.

Al final de la novela si llegamos a saber que el pasado si les había marcado profundamente.

Verner había pedido prestado el cuadro a Van Ruijven y que posteriormente fue devuelto por su celosa mujer al día siguiente de morir.

Su mujer le entregó las perlas con las que posó en el cuadro por deseo de su marido. Ella las empeñó, de esta forma nadie sabría que las continuaba teniendo de alguna manera, al mismo tiempo que simulaba el pago de una deuda que tendría la familia del pintor con el carnicero.

Recreación histórica muy interesante, incluyendo los dos ambientes en los que vivieron los personajes: el mundo protestante del que procedía la protagonista y el mundo católico al que pertenecía el pintor: “el Barrio Papista”




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