28 octubre 2015

Comentario: "Libertad"

Por Rafael Serrano Allely


Destaco en primer lugar los personajes,  que van mostrando  a través de los diálogos como se quieren, se detestan, se aproximan, se enamoran, se definen ideológicamente,  se reconocen en otros, se valoran, se culpabilizan, se encelan, se desprecian,  se corrompen, se arrepienten… Muchos de ellos no aciertan a comunicar sus afectos (por ejemplo Ray Y Joyce  respecto a su hija Patty). Es una novela fundamentalmente de personajes.
En el primer capítulo se plantea el germen de la novela desde que Walter y Patty se compran una casita, que van a ir reformando, en un barrio degradado con el que se vuelcan, hasta que se van del pueblo y  una vecina comenta: “Creo que aún no han aprendido a vivir”.  A lo que yo añado: nunca es fácil aprender a vivir, a no ser que la vida sea muy simple, lo que no es el caso.
En medio se nos indica como Patty no mantenía contactos con sus raíces, cómo Patty dinamiza el entorno, como se dedica exclusivamente a sus hijos (ella había elegido como carrera el cuido de su familia), cómo reacciona Walter y Patty cuando su hijo  Joey se va a casa de la vecina, cómo al final los vecinos terminan mostrando su desinterés por ellos y como al final se marchan del pueblo. Y entramos en la vida íntima de los personajes.
Patty, personaje principal, hace el recorrido desde su escasa autoestima a la búsqueda de la  felicidad. En el camino Walter, el hombre bueno y Richard “que cobra un protagonismo insospechado en la pareja”.  Ejercita su libertad y escoge a Walter. Los dos polos de la elección son el atractivo físico de Richard y el atractivo intelectual y bondad de Walter.  Pero con la elección no se acaba todo.
La palabra libertad es una de las  que más  se repite  a lo largo de la narración (44 veces). Una de ellas es cuando rompe con Eliza, persona enferma, que ejercía una perjudicial influencia sobre Patty. “¡Era libre!”
“…Luego esa otra libertad más general que, como ella bien sabía, estaba matándola pero a la que era incapaz de renunciar” “La autobiógrafa casi se ve obligada a extraer la conclusión de que se compadecía a sí misma por ser tan libre”
El padre de Jenna: “En eso tienes toda la razón. La libertad es un coñazo” Y lo argumenta diciendo que una sociedad de personas libres debe desprenderse de esa lógica defectuosa y adherirse a una lógica mejor.
Joey: “Esa no era la persona que él creía ser, o la que  habría elegido  ser si hubiese tenido libertad de elegir…”
“…fantasía de libertad ilimitada…”
Walter: “… no estaba hecho para la vida en libertad” en relación a Lalitha.
La libertad y el gato. “… su privación de libertad tenía algo de lastima”
La soledad: “… la sensación de que Bobby (gato) y él en cierto modo habían estado casados, y  que incluso un matrimonio espantoso generaba menos soledad que la ausencia de matrimonio”
Otro tema muy bien tratado es el de la incomunicación generacional, que llevan a conductas que se ejercen como reacción o mecanismos de defensa, cuando en ocasiones no hay tal.
Y como trasfondo, la corrupción que se esconde tras proyectos en apariencia loables (minas a cielo abierto, ecología, superpoblación,  abastecimientos a Irak…) en los que Walter y su hijo participan. Al final Walter reacciona y denuncia lo que esconden  muchos proyectos en apariencia ambientalistas.
Dos momentos especialmente dramáticos,  bien contados a través del  diálogo, son: cuando Walter (un hombre bueno) decide  rechazar a Patty e inicia un camino de soledad  y cuando Patty decide volver a él.
Novela recomendable, un poco extensa.


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