17 junio 2021

Comentarios: "El lector de Julio Verne". Almudena Grandes

 Por: Rafael Serrano Allely

 Mis notas.



Indep
endientemente del contenido de la novela, la estructura de la misma contiene tensión narrativa suficiente como para enganchar al lector hasta el final.

Es el caso de Pedro el Portugués, personaje en principio de difícil definición, incluso desde el punto de vista de Nino, personaje principal, hasta que se va esclareciendo su situación en relación a su papel en la lucha de los maquis.

Igualmente ocurre con el Sargento Sanchís, hombre de gran dureza aparente pero que terminamos sabiendo que es un infiltrado en el Cuerpo de la Guardia Civil. Desde el principio a Nino le inquieta la relación que pudiera tener con Pedro el Portugués.

Y también con su padre. Va descubriendo, fundamentalmente a través de Pedro el Portugués, que su padre no es un asesino, como en alguna ocasión le dirán y que su incorporación al Cuerpo es fundamentalmente para proteger a su familia, con antecedente negativos en sus familiares.

El propio descubrimiento que Nino va haciendo en relación a la Guardia Civil, los maquis, los personajes del pueblo, su familia… que aunque se refiere a una época muy temprana, entre los  9 y los 11 años, va reflejando un pensamiento cada vez más maduro como consecuencia de su reflexión sobre el ambiente, la influencia de Pedro el Portugués y Elena su profesora y los libros que ella pone a disposición de Nino. Creo que es el gran tema del libro: su evolución.

Hay momentos dantescos como cuando Nino es  rechazado de manera airada por Catalina, madre de un asesinado por la Guardia Civil, en un clima de gran conmoción: “…vete tranquilo que aquí nadie te va a matar por la espalda, como mató tu padre a Fernando el Pesetilla…”

Muy bien creado  el clima que se vivía en el pueblo, posiblemente distinto al que se vivía en las ciudades:

“En Madrid habría gente que creería que en 1939 se había acabado la guerra, pero en mi pueblo todo era distinto, En mi pueblo, los hombres se  echaban al monte para salvar la vida, y la autoridad perseguía a las mujeres que intentaban ganárselo con la recova, a las que cogían esparto en el monte, a las que trabajaban y a las que vendían espárragos asilvestrados por las carreteras, porque para ellas todo estaba prohibido, todo era ilegal, todo un delito y la supervivencia de sus hijos un milagro improbable. Así eran las cosas en mi pueblo, donde te podían matar por la espalda cualquier noche por haber dado de comer a tu hijo, a tu padre, a tu hermano…”

“… la regla de oro era acatar la voluntad del terror, reducir la vida al mínimo y no hacer nada, no saber nada, no decir nada, mirar sin ver, escuchar sin oír, y no comprender… vivir sin sentir…”

“Aquella guerra que no iba a acabar nunca se había terminado, se habían terminado los paseos de madrugada por el campo y el sueño ligero de quienes se despertaban cada vez que escuchaban pasos por las calles”

Se trataba de imponer que no había ocurrido nada.

Durante los 9, 10 y 11 años de Nino se condensa pormenorizadamente su evolución y el clima vivido en el pueblo. Posteriormente se relatan hechos de manera más ágil: Nino estudiante de Psicología, Nino en el Partido Comunista, Nino en la cárcel, Nino profesor, Nino y sus relaciones matrimoniales. Nino y las primeras elecciones democráticas.

Narrador: un niño que escribe ya adulto, aunque puesto en la situación de niño.

 

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