31 enero 2015

Comentario: "Radicales libres". Alice Munro. Relato

Por Valeria

 (Recogido en el volumen “Demasiada felicidad”, 2010)

Análisis de mi buen amigo y gran profesor Eduardo Jordá.

En química, el radical libre es una molécula que no tiene un electrón emparejado. Estos electrones desparejos son extremadamente inestables y participan con facilidad en las reacciones químicas. Tienen vida media muy corta (milisegundos) e intervienen en la combustión y en la polimerización y en otras reacciones químicas.
Esta historia cuenta muy bien lo que ocurre cuando dos átomos libres e inestables se encuentran por casualidad y se inicia un proceso que podría culminar en una cruel combustión instantánea de uno de ellos. Y por otra parte, el título también puede ser una alusión a esa célula inestable que se junta con otra y provoca un cáncer de hígado, como le pasa a Nita. Y además, los radicales libres podrían representar a la gente que ha llevado una vida no convencional, como han hecho Nita y Rich (eso se demuestra por el rechazo a una ceremonia fúnebre tradicional). Y por último, el título remite al hecho de que Nita recuerda la historia de los radicales libres cuando abre la botella de vino para el desconocido, y ese recuerdo le permite inventar la historia del envenenamiento –una reacción química protagonizada quizá por los radicales libres del ruibarbo- que a la larga le salvará la vida.
Todas las implicaciones que se ocultan en el título nos indican la cantidad de asociaciones y de niveles simbólicos que hay en un relato de la señora Munro. Y esto se ve muy bien en la asociación de ideas que la lleva a pensar en los radicales libres del vino y a inventarse la historia. Porque esta asociación de ideas la saca del estupor y de la dejadez inicial (inducidas por la depresión tras la muerte de Rich y agudizadas por el calor) que la tenían a merced del intruso, y que en cierta forma la habían impulsado a dejarlo entrar imprudentemente en su casa, sin desconfiar de esa presencia extraña en un lugar tan solitario como su hogar, que está a un kilómetro del pueblo y en un paraje deshabitado. A partir de ese momento Nita irá “despertando” de nuevo a la vida, es decir, a la vida intelectual, al pensamiento, a la acción de superar el duelo por la pérdida de Rich (su marido, parece indicarnos la historia). Y es evidente que Nita le cuenta al fugitivo/asesino la historia del envenenamiento con ruibarbo por dos razones. Una, para hacerle creer que ella también es una persona peligrosa –de hecho, una asesina fría y calculadora que ha conseguido ocultar su crimen-, cosa que los iguala por completo y permite establecer una cierta complicidad entre ellos dos (lo cual puede ablandar en cierta forma al asesino). Y la segunda, y la más importante, es que la cuenta para hacerle ver al intruso que no va a delatarlo a la policía porque ella misma tiene muchas cosas que ocultar (es una asesina), así que no querrá por nada del mundo que la policía meta las narices en su vida. Es decir, que esa mentira del envenenamiento establece un pacto de silencio entre los dos (que el asesino, claro, puede aceptar o no; el relato narra cómo se deja seducir por el engaño, es decir, por la ficción de Nita, lo cual provoca la transformación final del asesino en esta historia).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pueden interesarte