07 septiembre 2015

Aquel trío

Anónimo

La primera vez que les vi fue dentro del agua. Soy muy rutinario, mi hora del baño es a las de las dos de la tarde y no suelo modificarla. No les recordaba de días anteriores por lo que seguramente estarían iniciando sus vacaciones. Eran, en apariencia, un cuartero pero en realidad se trataba de tres tríos. Lo explico. Tres chicos y una chica. Chico guapo y chica agitanada, debían ser novios. Chico armario y chico zafio, amigos de chico guapo. Primer trío: chico guapo, chico armario y chico zafio. Amigos, compañeros del trabajo o de la cárcel. Segundo trío: chico armario, chico zafio y chica agitanada. Les unía el agua del mar. Cuando entraban en ella, parecía que todo estaba permitido. Los chicos jugaban a las peleas y a las ahogadillas con la chica ante la mirada intranquila, pero permisiva, de su novio. Tercer trío, el verdaderamente importante: chico guapo, chica agitanada y chico armario. Aquel trío sólo funcionaba de puertas adentro, en las cabezas de cada uno. Porque no hay que ser una lumbrera para darse cuenta de que chico armario estaba locamente enamorado de la novia de su amigo y por eso lo de las ahogadillas y las peleas, pues era la única oportunidad que tenía de abrazarla. Chico zafio lo hacía también, pero con significado muy diferente. Chico zafio era la disculpa para que chico armario pudiese llegar a la piel de la mujer que amaba. Chico guapo les veía pelearse en el agua. A veces trataba de intervenir aparentando que acudía en ayuda de su novia pero entonces, chico zafio entraba en acción le hacía una llave presa inmovilizadora para permitir que el acto sexual encubierto de chico armario y chica agitanada continuase.
En días sucesivo, les he vuelto a ver jugando. Ayer, lo hacían junto a una sombrilla. Chico armario le había quitado a chica agitanada su toalla y se había envuelto en ella. Chica agitanada trataba de recuperarla dándole empujones y tirones. Chico guapo se remangaba el bañador para que la parte alta de sus muslos cogiera tono. Chico zafio permanecía atento por si tenía que inmovilizarle.
Cuántas veces la vida junta estos tríos en un aula, un bar o una playa.

Chico armario terminará casándose con chica agitanada. Él sí la quiere y aunque ella todavía no lo sabe, con el tiempo aquel trío terminará en pareja. Que sea pareja de treses o de doses dependerá del pie con el que se levante una mañana el destino.

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