Club Caliope
Autor: J. Miguel
Cadáver exquisito
La presentación de «Clara Sánchez» de su nuevo libro no fue precisamente un éxito y salió muy malparada por las acervadas e irónicas críticas que le llovían de todos lados, fue entonces cuando lanzo en un rabioso grito «¡aquí no hay quien viva!», al mismo tiempo que se salía de la sala como un 'toro del toril'.
Caminaba sin rumbo, con paso enérgico, rostro desencajado y labios apretados mientras rumiaba su ira contenida.
El paseo le tranquilizó un poco, lo
suficiente para leer el luminoso de una Agencia de Viajes, asaltándole en ese
instante una genial idea. Puso rumbo a su domicilio, llamó a su secretaria, le
dio órdenes muy concretas y ¡voila!, en tan solo cinco días se encontraba «en
un crucero en medio del Atlántico», no en vano, un premio Nadal da para
mucho, pensó acordándose de toda aquella gente que tan mal rato le hicieron
pasar.
Tras una placentera semana sin presiones sociales, sin TV, sin periodistas…, el viaje tocaba a su fin.
Cuando
desembarcó, en la estación, vio la noticia:
Julián un anciano experto cazador de nazis, asesinado en su residencia.
Mientras disfrutaba de su feliz
crucero, Julián, el personaje que hizo posible la novela que le valió el Nadal
¡Asesinado! pensó, al mismo tiempo que otra genial idea se puso en marcha, fue
instantánea, ¡la segunda parte!, quizás le valise otro premio
Sin perder un solo minuto comenzó su
investigación particular, sabía muy bien donde encontrar información, y la
obtuvo, vaya si la obtuvo: un pequeño grupo de refugiados nazis residentes en
España y Portugal «fueron a ver a Julián al asilo» …, esto fue
suficiente, una profunda depresión pareció invadirla, se negaba a continuar con
la idea de la novela, estaba convencida que la siguiente, podría ser ella.
Sin despedirse de nadie se encerró en
la finca que había comprado con su premio y se acordó de toda aquella gente que
tan mal rato le hicieron pasar. Allí hacía vida retraída, casi ermitaña, cultivando
y «Vendiendo los productos de su huerta en la feria agroecológica de
Bormujos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario