MAÑANA EN LA BATALLA PIENSA EN MI. MIS NOTA (RAFAEL)
Novela narrada en primera persona (salvo en algunas
ocasiones), lo que hace que no se contrasten los hechos narrados y no sepamos
las motivaciones profundas de algunos personajes hasta un determinado momento,
esto me concede un alto nivel de expectación (lo que es de agradecer) con lo
que me invita a fabular, tal como hace él en muchas ocasiones.
“Nadie piensa nunca que vaya a morir en el momento más
inadecuado”
La situación de arranque se inicia con las escenas que darán
origen al relato: muerte de la amante en su propia casa y en sus brazos,
estando el marido ausente y con el hijo de Marta en la casa, lo que le provoca
una reacción de pánico, que de alguna manera justifica sus reacciones
más inmediatas, incluidas su salida de la casa y el abandono del niño.
Hasta aquí yo diría que ya sería un buen relato con entidad
propia. (Pg. 87)
Pero continúa la novela desde que Victor sale de la casa de
Marta, siendo nadie, sobre todo “nadie” para las personas del entorno de
Marta con las que decide relacionarse y que poco a poco se va convirtiendo en alguien,
para él y para ellos, culminando con la conversación que mantiene con Eduardo,
para mí una de las partes más interesantes del relato y donde se describen las
posibles repercusiones de las conductas de ambos, como conductas que al
cruzarse se condicionan. Eduardo también tenía su secreto.
No hay mucho diálogo, pero si muchas reflexiones,
especulaciones y deducciones. En algunos casos los ejemplos para corroborar una
determinada conducta resultan excesivas.
Hasta la página 196 no aparece lo que para mí sería la
motivación de Victor que le lleva a buscar en el entorno de Marta: “Y yo a mi
vez hube de verla a ella como a alguien aparecido en mis días solamente para
morir a mi lado y provocarme este encantamiento, qué extraña misión o tarea
es esa, aparecer y desaparecer para que yo de otros pasos que no habría dado,
para que tenga preocupación por un niño y busque una esquela y asista
disimulado a un entierro ante una tumba de 1914, y escuche una y otra vez una
cinta, para que me inmiscuya sin ningún propósito y solapadamente en la vida de
otras personas que ni siquiera conozco como si fuera un espía que ignora lo que
tiene que averiguar-o si algo y en cambio pone en peligro su propio secreto
antes quienes menos debe…”
Victor escritor por encargo y negro literario de otro negro.
Interesante este mundo del que se benefician directores generales, prelados,
banqueros… incluso el rey (el UNICO) que piden exclusividad a sus negros…
Celia mujer de Victor. Historia muy interesante que queda un
poco en el aire.
Pocos antecedentes se señalan sobre la decisión final de
Víctor de cuidar del niño junto con su tía, como no sea algún tipo de compasión
o culpa que no se describe.
Maravilloso análisis, Rafael. Es un placer encontrarse con tan buenos lectores.
ResponderEliminar