Autor: Milan Kundera. Checo. Publicada en 19844. Ambientada en Suiza y Checoslovaquia, bajo la invasión rusa. Si bien se visita medio mundo y se opina sobre múltiples temas.
Narración de gran calidad
literaria. No es una narración al uso ya que los capítulos tienen lagunas que yo no he entendido, si bien, es de fácil
lectura, pero para mí no es enganchante. No hay delirio para seguir leyendo.
Hay que poner empeño para seguir y seguir. Demasiado pensamiento filosófico en
un solo libro. Sin continuidad. El autor dice que está mas allá de la filosofía
y la psicología.
Es una obra de comunismo,
amores, pasión, crisis existenciales, desamores, obsesiones, necesidades,
miedos, engaño, soledad, mentiras, celos, traiciones y debilidades humanas que
pese a tener tanta carga emocional, son tan leves en el ser humano. Una búsqueda constante para vivir a tope de
los personajes principales.
Retazos de política comunista,
bien tratados con críticas a la misma, ya que la acción se realiza alrededor de
los años 70 en suelo ruso y alrededores.
Para leerla con detenimiento,
poquito a poco, muy despacito y aprender de ella en aquello que así convenga,
si no has tenido esas ideas. Aconsejo leerla con libreta y lápiz en mano para
tomar nota de todo lo que te “de”, ya que muchos “pensamientos” expuestos bien
merece su estudio más detenido.
Me es muy difícil identificarme
con los personajes y me he perdido en muchas ocasiones, no es fácil de entender
en una primera lectura. Las relaciones
entre los personajes no son asimilables para mi simple entender, sin embargo es
una novela con multitud de secuencias con reflexiones muy profundas y llenas de
sabiduría.
Intenta reflejar la sociedad en
aquella época y que se puede trasladar a la actualidad con muchos comentarios
sobre religión, literatura, filosofía, historia, teatro, comportamientos
humanos, etc. etc. que me han hecho meditar
en muchas ocasiones. Muchísimas.
Personajes.
Tomás: Cirujano. Playboy. Mujeriego
épico. Mentiroso. Coleccionista de curiosidades. Soñador. En las mujeres busca
la millonésima diferencial inimaginable. Se enamora de Teresa hasta las trancas
y a su vez, sigue siendo un picaflor de toma pan y moja, que debía de lavarse
la cabeza más a menudo. Piensa especialmente respecto a la “reencarnación” en
diferentes planetas, siendo esta vida la nº 1sin experiencia, y en sucesivas reencarnaciones se llegará
hasta el planeta 5 con una vida menos sangrienta. Escribe artículo en
periódico, es modificado por impresores y es castigado a trabajar como
limpiacristales con lo que tiene todo el tiempo del mundo para sus devaneos.
Murió bajo el peso de un camión. Quiso el reino de Dios en la tierra.
Teresa: Camarera. Muy frágil.
Deja su trabajo para irse con Tomás y consigue casarse con él. Celosa y
enamorada que aguanta un montón, por las infidelidades del mismo. Historia muy
deprimente con su madre. Llega al amor por huir de ella, para después volver.
Se convierte en fotógrafa para plasmar la realidad que vive. Su vida es
bastante desgraciada, primero con su madre y después con las infidelidades de
Tomás.
Sabina: Artista Independiente y
soltera, dispuesta a vivir la vida a tope de sus posibilidades y enamorada del
arte. Amante de Franz y de Tomás. Va detrás de algo que no le llega, quizás ahí
esté la levedad del ser. Emigra a Ginebra huyendo a la mentira que goza con
Tomás. Quiere morir bajo el signo de la
levedad, ser quemada al morir y que sus cenizas se esparzan al aire.
Franz: Idealista. Soñador. Académico y
enamorado de visitar todos los sitios guapos que existen alrededor del mundo. Casado
con Marie-Claude. Amante de Sabina, sin llegar a estar totalmente integrado con
ella. Le pesa mucho sus responsabilidades y estando con Sabina se siente ligero
y feliz. Creador de nuevos itinerarios llenos de morbo y esplendidez. Tras
tanto andar errante, el regreso.
Marie-Claude. Esposa de Franz.
Sufridora perpetua que se libera cuando este muere.
Simón: Hijo de Tomás. Vivió
pendiente de que alguien lo mirase.
La perrita Karenin, uno más en
la familia. Logra unir en la distancia a Tomás y Teresa. Felicidad con él. Encantador
el tema del trato y respeto por los animales. Entrañable para los amantes de
ellos como Nietzsche.
Pasaje para recordar: "El hombre nunca puede saber qué debe
querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas
precedentes ni enmendarla en sus vidas posteriores"
Hay un narrador que entra y sale
a su antojo dando sus opiniones con un desparpajo desbordante, en muchas
ocasiones incluso desvergonzadamente, para exponer las diferentes
particularidades de los humanos. Sin decir quién es, ni que pinta.
Llegué a las 50 páginas de un
tirón, pero después se me fue haciendo más lento y no me ilusionaba su lectura,
quizás exceso de profundidad. No he salido ilusionado, si bien, la recomiendo a
quien tenga paciencia para escudriñar en los pasajes de gran calado que se
encuentran a lo largo de la novela. Filosofía por un tubo con razonamientos
para dar y tomar. La palabra que más he repetido a lo largo de su lectura es:
ME HE PERDIDO. ¿Dónde coloco ésto?, ¿ésto qué pinta en la novela?. Pienso que el autor es un visionario muy
docto que ha querido poner sus impresiones aquí para que sus lectores se
quiebren la cabeza pensando en sus visiones.
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