24 febrero 2018

Cadáver exquisito: El Judío y las botitas

Por J.Miguel Romero



Eran verdaderamente espectaculares, los visitantes, quedaban prendados de semejante obra de arte y no podían mas que aclamarla como una de las maravillas de la exposición de manualidades que cada año, por estas fechas, se venían celebrando anualmente, llegando a alcanzar un relevante éxito, tanto de autores, como de visitantes.

El autor, rebosante de felicidad, permanecía en un lugar desde el que contemplaba la exposición sin ser visto, no por nada en concreto, sino por timidez, no le gustaban los agasajos ni la ostentación. Era humilde y este era un gran día para él. Disfrutaba a su manera, sabiendo que el cariño y las horas de trabajo que puso en su empeño han llegado al corazón de los que contemplaban su obra.  

La exposición de este año podía calificarse de éxito. Había gente de todas las nacionalidades, incluso de un grupo rociero de Huelva que deleitaron a los asistentes con unas cuantas sevillanas rocieras, que a punto estuvieron de restar protagonismo al judío.

─Es un judío, circulaba el rumor por todos los rincones de la amplísima sala que acogía los numerosos trabajos, en los que tanta gente había puesto tantas ilusiones.

Ahora estaba «en Ucrania», procedente de una pequeña aldea, no muy lejos, al este de Tel-Aviv, saboreando el éxito de su gran obra: «Unas botitas preciosas» y, como no, ese son flamenco, que, con tanto arte, el grupo español había obsequiado a todos los presentes.

 Pero el tiempo es inflexible, llegó la hora de los reconocimientos, y el judío fue proclamado el gran vencedor del evento. A continuación, los brindis, las presentaciones y los selfis. El grupo rociero no fue menos, y allí se plantaron para conseguir una dedicatoria de este humilde artesano. Y de este modo, se juntaron el hambre y las ganas de comer. Que si somos de Huelva, que vaya trabajito, que vaya perfección… a lo que él correspondió con: ─También vosotros me habéis impresionado mucho con esos sones y ritmos tan pegadizos, que supongo una forma de expresión de vuestro pueblo. Antes de morir, me gustaría vivir y beber de esa cultura.

─Dicho y hecho! dicen en mi pueblo. Tú te vienes con nosotros y veras cumplido tu sueño.

No lo dudó ni un momento, aceptó encantado. Todos coincidieron con el consabido: ─Esto hay que celebrarlo─ 

Durante el viaje no pararon de contar las maravillas y costumbres de uno y otro país, quedando claro una cosa: que el jamón ibérico es único y que tenía que probarlo, por muy judío que fuera. A la llegad a Huelva, Isabel, la portavoz del grupo rociero, se le acercó un poco titubeante y dubitativa.

 ─Verás Ibrahim, tenemos que ir a cantar unos villancicos en una manifestación popular religiosa, y no hemos caído en que… a lo mejor tú no quieres venir con nosotros y esto nos apena y contraría mucho.

─ ¡Que tontería! No sientas pena por eso, estaré encantado de conocer vuestra cultura ya sea religiosa, social, o lo que sea… en realidad me gusta conocer a la gente que son los verdaderamente importantes y protagonistas de la historia del mundo: ¡Vamos!

Y así terminaron: «Viendo el Belén viviente de Beas», y, además, él escuchando a sus amigos rocieros cantando villancicos por sevillanas en total comunión con los personajes del Belén, estableciéndose una simbiosis entre todos que ponía los vellos de punta.

Ibrahim, sintió como las lágrimas estaban a punto de brotar, tal era la emoción ante semejante espectáculo. Emoción que se desbordó cuando Isabel y su grupo se acercaron a cantarle al Niño que consideran su Dios: ─Nunca había visto tal manifestación de fe y amor compartido por todo un pueblo.

Emocionado, se acercó a Isabel dándole las botitas tan admiradas en Ucrania para que se las ofreciera a ese niño que tanto representaba para el pueblo. 

Todos los presentes enmudecieron por el gesto, del que desde ese momento, consideraron Hijo predilecto de Beas.

─Lo celebraremos luego, «tomando mosto con costillas asadas» dijo el alcalde desde el balcón del Ayuntamiento

¿Quién era?:UN JUDIO
¿Dónde estaba?: EN UCRANIA
¿Qué dijo o hizo?: UNAS BOTITAS PRECIOSAS
¿Qué dijeron o hicieron los demás?: «ESTO HAY QUIE CELEBRARLO»
¿Como acabó?: Viendo el Belén viviente de Beas y luego tomando mosto con costillas asadas.

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