04 abril 2018

Comentarios: "Obabakoak". Bernardo Atxaga

Bernardo Atxaga - 01.jpg Por Emilio Márquez Araujo

Biografía del autor José Irazu Garmendia (Asteasu, Guipúzcoa, 27 de julio de 1951), conocido con el seudónimo de Bernardo Atxaga, es un escritor español. Su obra abarca cuento, novela, poesía y ensayo y ha sido escrita y publicada íntegramente en euskera. Traducido a numerosas otras lenguas, es el escritor en euskera más leído y traducido.1​ Se licenció en Ciencias Económicas por la Universidad de Bilbao y en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona.2​
Miembro de pleno derecho de la Real Academia de la Lengua Vasca desde 2006,3​ en noviembre de 2010 también fue nombrado miembro de Jakiunde, Academia de las Ciencias, de las Artes y de las Letras.4​ Actualmente vive en la localidad alavesa de Zalduendo.
Obabakoak es una obra de Bernardo Atxaga escrita originalmente en euskera y publicada en 1988. Fue la obra ganadora en 1989 del Premio Nacional de Narrativa otorgado por el Ministerio de Cultura español.
Mi sinopsis:
Conjunto de cuentos o relatos, entre fantasía mítica y magia, que se novelan para darnos un relato inconexo unas veces, y otras, hilado en la imaginación, para crear una urdimbre, extraña, que muchas veces cuesta entender ya que la mezcla entre la fantasía y la realidad está perfectamente batida.
Se necesita mucha imaginación para ir más lejos de donde nos deja el autor.
Buena literatura y aunque al autor, le creo con auténtica capacidad para narrar, en esta obra, hay partes que tienen un nivel literario muy bajo y son de una pesadez infumable. Mejor principio que final.
Intenta mostrar la idiosincrasia del pueblo vasco y la muy extraña y controvertida simbiosis entre autóctonos y fóraneos. Característica especialmente reseñable en el país vasco.
 Quizás para entender el texto, sea necesario saber “historia” del pueblo vasco, ya que, deja muchos cabos sueltos, que quizás habría que rellenar con lo que el autor da por sabido; o quizás será para que el lector se ejercite en el arte imaginario. Menos mal, que se vale de los animales para llevarnos a comprender mejor. Por otro lado, se hace difícil el introducirse en los lugares descritos, siendo un auténtico urbanita.
Tan es así que al principio, el autor avisa: “no sé cómo debo contar esta historia”.
Describe muy bien, perfilando estupendamente a los personajes y, salvo excepciones, se pueden “VER” casi como si los tuviese delante, salvo el olor, el vientecillo en la cara y los ruidos de ambiente.
Aventuras y desventuras al modo de realismo mágico. Imaginación superlativa.
Del conjunto, solo decir, que parecía estar en una montaña rusa, ya que unos cuentos me han entusiasmado y otros me han aburrido soberanamente y lo salva su originalidad y lo entretenido que es, con algunas historias fuera de toda lógica, y he ahí, la magia de la irrealidad.
En él hay EMOCIONES y cachondeo e ironía por un tubo, misterio, magia; construidos en múltiples escenarios y muy a menudo con un lenguaje rozando la poesía.
Si bien, es muy posible que si no fuese porque el autor es vasco y Obabakoak es un pueblecito, también vasco, no hubiese tenido tanta resonancia.

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