Por: Rafael Serrano Allely
Mis notas.
Cuando comienzo la lectura
me pareció tratarse de un juego estrafalario de una persona
perteneciente a la sociedad burguesa, que después de una jornada
consumiendo alcohol decide, en su delirio, ir más allá. Ir nadando
hasta su casa atravesando las diecisiete piscinas que le separan de
su casa.
A medida que transcurre el
relato te das cuenta de que hay más profundidad. Se trata de de unas
persona ya mayor pero en buena forma física “era un hombre
esbelto... si bien no era joven ni mucho menos”
A lo largo del relato se
dan señales de que tal plenitud más bien es el comienzo de un
declive, las fuerzas van mermando y al final no hay nada.
Ante una piscina seca: “La
ausencia de este eslabón en su cadena acuática lo decepcionó de un
modo absurdo...”
Se pregunta:¿Tenía la
memoria tan disciplinada contra los sucesos desagradables que llegaba
a falsear la realidad?
“¿La memoria le
estaba fallando, o la había disciplinado tanto en la representación
de los hechos ingratos que había deteriorado su propio sentido de la
verdad?”
¿Estaba perdiendo la
memoria y quiza su talento para disimular los hechos dolorosos lo
inducían a olvidar que había vendido la casa, que sus hijas estaban
en dificultades...?”
“Por primera vez en
su vida no se zambulló y descendió los peldaños hasta el agua
helada...” la derrota es total y le lleva a ir tomando
conciencia del declive que hasta ahora se había negado.
Después de atravesar las
piscinas , creo que diecisiete, al llegar a su casa “gritó,
golpeo la puerta, trató de forzar con el hombro y después, mirando
por las ventanas, vio que el lugar estaba vacío”, Está solo.
Relato muy recomendable.
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