19 junio 2020

Cadáver exquisito: Clara Sánchez se encontraba en un crucero en medio del Atlántico.

Por Rafael Serrano Allely


¿Quién era?
Clara Sánchez
¿Dónde estaba?
En un crucero en medio del Atlántico
¿Qué dijo?
Aquí no hay quien viva
¿Qué hicieron o dijeron los demás?
Fueron a ver a Julián al Asilo
¿Cómo acabó?
Vendiendo los productos de su huerta en la feria ecológica de Bormujos.

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Clara Sánchez se encontraba en un crucero en medio del Atlántico.

Aquel año Bormujos conmemoraba doscientos años de la constitución  de su Ayuntamiento con celebraciones por todo lo alto: cabalgata modernista, juegos florales, feria ecológica, marcha nocturna alrededor del término municipal con el objeto de rodearlo, iluminación con velas del término y reunión anual de BIMA (Bibliotecas Municipales del Aljarafe)

En esta ocasión la reunión tendría un carácter excepcional, no sólo por la escritora invitada sino por el lugar escogido para su celebración. El lugar elegido fue un crucero. La propuesta del concejal en el Pleno era concluyente: “tenemos que apoyar sin ninguna cortapisa la afición a la lectura de nuestros conciudadanos”

El salón de actos del crucero estaba lleno de lectores y no lectores. Algunos familiares no lectores habían visto la oportunidad, si no de leer, al menos acompañar a los lectores, lo que ya era algo.

Y empezó la sesión: fotos, canapés, y entrevista a la escritora. A continuación el presentador dijo que no habría ya mucho tiempo para las preguntas ya que la escritora tendría que firmar los libros que los amables lectores habrían tenido el buen gusto de comprar. Así que deberían ser breves tanto en  las preguntas y como en las respuestas.

Primera pregunta: ¿Por qué 475 páginas? La escritora tardó algún tiempo en contestar. Pero nadie se enteró. No se podía repreguntar en aras del tiempo disponible.

Segunda pregunta: ¿Es usted partidaria de la cacofonía? Respuesta ¿Caco qué?

Tercera pregunta: ¿Recomienda Usted a las embarazadas saltar por la ventana? Respuesta: ¿Cómo?
Cuarta pregunta: ¿En qué año sucedieron los hechos? Respuesta: en el pasado.

Quinta pregunta: ¿Sigue vivo Julián?
……..

Se sucedían las preguntas al mismo tiempo que aumentaba la tensión. Todo el mundo quería preguntar, las preguntas eran ya percibidas por la escritora como flechas lanzadas desde la gradería.
 Con rostro contraído se levantó y gritó: ¡SILENCIOOO¡  ¡Ya me dijo mi amiga que en los clubs de lectura os dedicáis a destripar libros! ¡Esto no puede seguir de ninguna de las maneras!  ¡Aquí no hay quien viva!   ¡El que quiera saber que compre mis libros!

Un ciudadano lector se subió al escenario y cogiendo el micrófono propuso ir a visitar a Julián y pasarle las preguntas. El aplauso fue atronador.

Siguiendo la propuesta fueron a ver a Julián al asilo. No había ningún registrado vivo en el Centro de Mayores con ese nombre. Según la encargada si hubo un residente llamado Julio que había muerto hacía dos años, y que sólo leía libros de nazis.

La escritora después de unos días de reflexión, al objeto de ordenar sus ideas, decidió escribir no pensando en los premios, ni siquiera en los lectores. De momento le vendría bien cambiar de actividad y acabó vendiendo los productos de su huerta en la feria ecológica de Bormujos.


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