Relato
Autor: Andrés Neuman
Gabriela es
mi mujer. Ella me quiere mucho y se acuesta con Cristóbal.
Él es
inteligente, seguro de sí mismo y un ágil bailarín. También monta a caballo y
domina la gramática latina. Cocina para las mujeres. Luego se las almuerza. Yo
diría que Gabriela es su plato predilecto.
Algún
desprevenido podrá pensar que mi mujer me traiciona: nada más lejos. Siempre he
querido ser Cristóbal, pero no vivo cruzado de brazos. Ensayo no ser Marcos.
Tomo clases de baile y repaso mis manuales de estudiante. Sé bien que mi mujer
me adora. Y es tanta su adoración, que la pobre se acuesta con él, con el
hombre que yo quisiera ser. Entre los gruesos brazos de Cristóbal, mi Gabriela
me aguarda desde hace años con los brazos abiertos.
A mí me
colma de gozo tanta paciencia. Ojalá mi esmero esté a la altura de sus
esperanzas, y algún día, muy pronto, nos llegue el momento. Ese momento de amor
inquebrantable que ella tanto ha preparado, engañando a Cristóbal,
acostumbrándose a su cuerpo, a su carácter y sus gustos, para estar lo más
cómoda y feliz posible cuando yo sea como él y lo dejemos solo.
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