24 febrero 2022

Comentarios: "Tomás Nevinson". Javier Marías

Club Caliope 

Autor: Rafael Serrano Allely

Mis notas.


Se trata de una novela muy intensa, bien construida, y con una prosa admirable.

Lo primero que me llamó la atención fue la cantidad de citas, reflexiones, reseñas (sobre teatro, literatura, cine, ensayos…) que el protagonista, Tomás Nevinson, utiliza a lo largo de la novela, hasta que te das cuenta de que no es un espía al uso, se trata de un hombre muy culto, al igual que su jefe Tupra, como explícitamente cuenta al relatar su vida como espía. Proviene de Oxford donde fue captado por sus altas capacidades, de manera engañosa, siendo muy joven.

Por otra parte los cinco años que permanece como espía durmiente en una ciudad de Inglaterra y su retirada en  Madrid, hasta que es de nuevo recuperado por su antiguo Jefe, le permiten hacer reconsideraciones sucesivas sobre sus actuaciones pasadas y sobre el nuevo trabajo que su Jefe le encarga. Es un hombre fuertemente traumatizado que se plantea no volver a matar. Lo había hecho en dos ocasiones. Es un hombre que duda.

Este nuevo trabajo tiene una particularidad: se trata de descubrir una asesina de ETA de entre tres mujeres. La mujer no intervino directamente en el acto terrorista, pero si organizó, preparó, asesoró, persuadió, ideo, financió o dio el visto bueno.

Y aquí radica la primera contrariedad y la primera reflexión contenida en las primeras líneas  de la  novela: “Yo fui educado a la antigua, y nunca creí que me fueran a ordenar un día que matara a una mujer…”

“¿Me estás diciendo que me la cargue si no la puedo llevar ante la Justicia? A una mujer que quizás se haya apartado de toda actividad terrorista, con vida apacible y con hijos?

Creo que las sucesivas reflexiones no son parte de un ensayo sino que son temas que están perfectamente engarzado con el devenir de la narración y no la paralizan sino que le dan un sentido profundo.

Igualmente ocurre con los sucesos históricos que se entrecruzan: atentado de Hipercor, atentado al Cuartel Civil de Zaragoza, Muerte de Miguel Ángel Blanco, muerte de Tomás y Valiente, que en algunos casos potencian el trabajo que le es encomendado y en otros le hacen dudar sobre la prescripción de los delitos; sobre el cambio sustancial de vida al cabo de diez años; sobre el arrepentimiento, sobre si es posible juzgar e incluso asesinar a alguien antes de cometer un crimen; sobre si ante la duda de no saber cuál de las tres mujeres cometieron el crimen, asesinar a las tres; sobre la gente que apoyarían una muerte extrajudicial, pero no se atreverían a realizarla; sobre los males que se ahorraría ante una intervención drástica de los espías; sobre el terrorismo de estado, aunque en este caso según se relata el estado no interviene.

También están las consideraciones sobre los crímenes de los terroristas; como un nuevo asesinado borra las dudas del  anterior y así sucesivamente; sobre el   control que ejercen sus compañero sobre ellos una vez que se retiran de la actividad; “sobre como la crueldad es contagiosa, el odio es contagioso, la fe es contagiosa…se convierte  en fanatismo a la velocidad del rayo”

Consideraciones sobre la mujer, llegando a la conclusión de que en algunas ocasiones la forma de ganarse la confianza de una mujer es conquistándola.

Es lo que realiza con una de las mujeres, Inés, lo que le da una nueva dimensión al objetivo que tiene que cumplir. Esta nueva dimensión le hace dudar sobre las posibilidades de que sea la terrorista.

El conocimiento de las otras dos mujeres es menos profundo y fundamentalmente a través de sus maridos.

No obstante es muy interesante el conocimiento progresivo que va efectuando sobre las tres mujeres y su entorno, a fin de descartar dos de ellas.

Al final, con los datos que facilita a su jefe, éste le señala el  objetivo: Inés, con la que tiene una relación más personal. Intenta su asesinato que se describe de una manera dantesca, pero no consigue sobreponerse y finalizar su muerte.

Transcribo parte de la conversación que al final mantiene con Berta, su mujer: “

…- ¿La mataste?

-No  pude, no. Era una mujer.

-Bien.

-No Berta, bien no. Si hubiera sido capaz, tal vez ahora estarían vivos un montón de muertos. No lo hace menos grave que hayan muerto lejos de aquí”

Personaje, en ocasiones, obsesivo en sus reflexiones que le llevan a rumiar algunos planteamientos y por ende a repetirlos.

Observo un paralelismo muy notable de los pensamientos de Javier María recogidos en las columnas de El País y los desarrollados a lo largo de la novela. Lo que no me parece nada desdeñable.

 

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