15 diciembre 2022

Comentarios. Réquiem por un campesino español. Ramón J. Sender

 

Rafael Serrano Allely


Mis notas


La sobriedad narrativa no está reñida con la profundidad del relato que conlleva una crítica social profunda.

La imagen, que se repite a lo largo de la  narración, es muy potente: el cura sentado en un sillón con la cabeza inclinada sobre la casulla de los oficios de réquiem. Sintetiza la espera, también su aislamiento; los recuerdos agradables y menos agradable; su particular conocimiento de los ciudadanos, tanto del pueblo llano como de la clase dominante; el día que le acompañó a dar la extremaunción a un pobre: “Pensaba que aquella visita de Paco a la cueva influyó mucho en todo lo que había de sucederle después” Y vino conmigo. Yo lo llevé” En efecto, Paco empezó a ser crítico con la doctrina del cura sobre la resignación predicada por la Iglesia ante cualquier adversidad. Igualmente fueron distanciándose de la Iglesia el resto de los ciudadanos, salvo la clase dominante.

Mientras,  el cura espera a que los amigos del protagonista acudan a la misa de réquiem. Esto no va a ocurrir. De alguna manera sintetiza la separación de la Iglesia del pueblo y la frustración de un pueblo que cree, con Paco el del Molino a la cabeza, que con la República llegará la libertad y la posibilidad de arreglar las enormes diferencias entre los habitantes del pueblo.

“…Paco el del Molino, se sintió feliz, y creyó por primera vez que la política valía para algo” Gran frustración.

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