Rafael Serrano Allely
Magistralmente se van presentando y encadenando los
personajes principales a partir de una situación normalizada: el casamiento de
Phil y Adele.
Sus respectivos matrimonios se habían desmoronados. Pero la
infelicidad vivida pertenece al pasado según Phil. Todo normal
Pero “sin cambio no hay relato” (Valeria dixit). Y el cambio
se produce a partir de una conversación trivial entre un grupo de amigos que
partiendo de unos reproches de Adele relativos a la infidelidad, hace que la
situación se vaya tensando cada vez más y se vaya focalizando hacia la figura de
Phil, su marido. Phil empieza negando los reproches, a continuación minusvalora las situaciones de infidelidad ya vividas
y por último termina asumiendo que:
“Lo había hecho todo
mal, se daba cuenta, mal y a destiempo, había echado a perder su vida”
Y un gran final: “Él se quedó donde estaba, contemplando el
cielo, y luego miró a medida que se iba haciendo pequeña al cruzar el césped,
alcanzar primero el aura, luego la luz, y al cabo tropezar en los escalones de
la cocina”
Todo tan fugaz como un cometa.
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