08 noviembre 2016

SEFARAD

COMENTARIOS: Rafael Serrano Allely

No  había leído la novela pero si tenía conocimiento  por la prensa  de la polémica que se  produjo tras la  aceptación por  parte de Muñoz Molina del Premio Jerusalén que se concretó en una carta abierta al autor y  firmada por siete intelectuales, uno de ellos español.  Premio que entre otros fue concedido a Vargas Llosa.
                                                                                                                                                                                                                                                                     
Me parece que el libro trasciende la estructura de una novela al uso. Hay elementos claramente autobiográficos a menos que uno conozca algo de la biografía del autor (“Nos hemos hecho lejos de nuestra pequeña ciudad, pero no nos acostumbramos a estar ausente de ella, y nos gusta cultivar su nostalgia” P. 11)  y otros que no lo son tanto, muchos de los cuales pertenecen a personajes reales. Muñoz Molina hablaba de “enciclopedia de todos los exilios posibles”

Esto lo descubres después del primer capítulo y a medida que vas viendo que aunque puedan parecer  relatos independientes, todos tienen un denominador común en mayor o en menor medida: la nostalgia, la marginación, el desarraigo, la intolerancia, el miedo, la huida, la exclusión, el maltrato del diferente y del que quiere ser libre, el ser considerado extranjero en tu país  o en tu propia casa.

Desde este punto de vista me parece que los relatos están bien hilados. La temática y la forma narrativa (con párrafos muy largos, cambios en la voz narrativa) mantienen la atención y una tensión continuada que exigen un gasto de “energía extra”

El miedo: “Y tú qué harías si supieras que en cualquier momento pueden venir a buscarte, que tal vez ya figura tu nombre en una lista mecanografiada de presos o muertos futuros, de sospechosos, de traidores” P. 71

Extranjero en tu país, apátrida: “Hasta los treinta años vivió creyendo que era austriaco, y que su lengua y su cultura eran alemanas… De pronto un día, en noviembre de 1935, sentado en un café, en Viena, igual que estamos sentados usted y yo, abrió el periódico y leyó en él  la proclama de las leyes raciales de Nuremberg, y descubrió que no era lo que habría creído  y querido siempre ser,  y lo que sus padres le enseñaron a creer que era, un austríaco. De pronto era el que jamás había pensado: un judío, y además no era más que eso, toda su identidad se reducía a esa sola condición. Había entrado en el café dando por supuesto que tenía una patria y una vida y cuando salgo de él ya era un apátrida, como máximo una posible víctima, nada más” . P.550

Los ejemplos que se proponen comprenden tanto el nazismo como el comunismo.

Paradigmático es el caso de Muzenberg considerado como un traidor por los soviéticos y a punto de ser ejecutado por los alemanes. “Quiere ser nadie” Fue ahorcado en Francia.

Hay exclusiones más sencillas pero no menos importantes como la relatada en la   P. 110 “Pero ya entonces, cuando volvió a casa, se le notó que pertenecía al hospital, que en unos pocos días se había vuelto  extranjera al lugar y a las cosas que hasta un poco antes fueron el contorno de su vida”

O cuando relata algo que pueda ser autobiográfico: “Había ido creciendo en mí un sentimiento de exclusión… Qué raro haber sido ese ese niño solitario, gordito y torpón… A veces, en La gran plaza… veía de lejos…a los cuatro o cinco gamberros de mi clase, y que si pasaba delante de ellos, aunque fingiera no verlos, se burlarían de mí, como se había burlado en el gimnasio y en el patio del colegio…” P. 539.

Sobre un cuadro: “ Quién sabe si ahora mismo, en Nueva York son las dos y cuarto de la tarde y aquí empieza un anochecer de diciembre, habrá alguien mirando la cara de esa niña, alguien que advierta o reconozca en sus ojos oscuros la melancolía de un largo destierro”. P. 593

En “Notas de lecturas” habla de las fuentes en las que se basa la novela, en muchas ocasiones libros y en otras ocasiones la propia experiencia o experiencias oídas: “He inventado muy poco en las historias y las voces que se cruzan en este libro. Algunas las he escuchado contar y llevaban mucho tiempo en mi memoria. Otras las he encontrado en los libros.” Esto demuestra gran honestidad intelectual por su parte.

Bien documentado y  bien entrelazadas las historias.

“Ahora que las distancias son más cortas… nos sentimos más lejos” (nostalgia)
“Vivir en el pasado”
“La espera de un desastre inevitable es peor que el desastre  mismo”
“Eres lo que otros ven en ti”455

“No sabíamos porque no estábamos dispuestos a saber” 477

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