14 diciembre 2016

Comentarios: "La Canción de Dorotea". Rosa Regás Pagés

Emilio Márquez

Mi Sinopsis 

Autora: Rosa Regás Pagés (Barcelona, 11 de noviembre de 1933) Trabajadora incansable con multitud de proyectos. Muy culta con psicología incluida. Prolífica madre con cinco hijos. Y aún muy VIVA.
Como escritora ha obtenido diferentes premios. Desde principio de los noventa colabora regularmente en diarios y revistas con sus artículos, además de su trabajo como conferenciante y activista en movimientos solidarios y reivindicativos de los derechos humanos.  Dificultades en su cargo como Directora de La Biblioteca Nacional de España.

Publicada por Editorial Planeta en el año 2001 y le dan su premio de cien mil cucas. La autora dice que este premio le cambio su vida totalmente.
En esta novela se cuenta un fenomenal lío entre una guarda en “su casa de campo” y todo lo que la rodea.  Esta guarda fue contratada por Aurelia dueña verdadera, para cuidar a su padre enfermo, y al morir éste, se queda como “dueña y señora” de un magnífico edificio para su uso y disfrute.  El meollo de la novela está circunscrito a un fenomenal embrollo de intrigas y críticas a todo lo que se menea.  En las poquitas ocasiones que Aurelia visitaba su casona, encontraba diferentes motivos para preocuparse y he ahí que descubre, por casualidad, que le falta una sortija con un pedrusco valorada en su compra en un millón de pesetas. Para mí, que ésta es la protagonista de la novela, ya que todo la narración gira alrededor de este robo y la cabezonada de Aurelia por saber más.

La protagonista Aurelia, profesora de Biología en Madrid con una vida anodina en todos los órdenes de su vida a pesar de sus grandes conocimientos de todo tipo, deseosa de que le pase algo en esa vida aburrida que lleva, se empeña en descubrir la desaparición de la valiosa joya y ello le lleva a descubrir todo tipo de despropósitos y entre ellos, al hombre del sombrero negro que se le incrusta en sus entrañas de tal forma que no la deja dormir, si bien al final queda pegada a la pared dándole el aliento del tal gigoló en sus mismas narices. Gloria para ella según mi imaginación, ya que la autora no me dio ese gustazo, si bien era muy aventurado que eso saliese bien.

Mi apreciación.- Repetitiva y con muchas, muchísimas páginas sin brillo, si bien, motiva a seguir leyendo para que en algún momento nos diga la solución a todas las incógnitas que nos describe. Pues nada, no hay ni una solución, solo más y más misterios sin resolver, dejando al lector con la incertidumbre de lo que pasará tras cerrar el libro por haber visto la palabra fin, quedándose con la boca abierta.  

Lectura sencilla sin altura de miras literarias, que pese a su premio Planeta, no tengo claro que guste a todo lector. Para mí, que está bien escrita y con gancho y quizás el arte de la autora haya sido ese, el sembrar incertidumbre para seguir leyendo hasta el inconcluso final.

El título le va muy bien, ya que Dorotea, la guarda, había cantado su “canción en la vida”  y Aurelia, la protagonista, no había cantado ni un poquito de canción en toda su vida, cosa que le lleva a buscarla, si bien, donde no debía. La autora nos deja un final para que cada lector se imagine la “canción” que desee.

He visto un relato de psicología avanzada. Con unas críticas durísimas a la sociedad entera y a sus gobernantes. Diría que muy cercano a lo que en realidad ocurre por desgracia para la humanidad actual y futura.

Desmorona en primera persona todo el texto. En él podemos encontrar: CRÍTICAS, maltrato, celos, miedos, muchos miedos, disfunciones emocionales, pasiones, engaños, corrupciones, etc. etc. y todo a la vista de todo el mundo y todo el mundo más callado que un muerto. O sea, como la vida misma, poco más o menos.

Frases escogidas: ¿Conocía yo lo que era la pasión? ¿La había experimentado alguna vez? Más aún, ¿era capaz, como esa mujer casi deforme, de despertar pasión?

 “...de todos modos, fuera cual fuere el camino que a partir de ahora me deparaba el destino, nunca me sería dado saber si la canción que iba a cantar sería alguna vez la mía”.

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