Rafael Serrano Allely
Autobiografía
Esboza sus
primeros recuerdos y uno tiene la sensación de que mira materialmente por una
ventana, la ventana de su memoria. La misma ventana por la que el lector mira
de manera irresistible. Le traslada la mirada.
El relato
introduce un quiebro interesante cuando habla del olor: algo que en ocasiones
deja una huella indeleble en la memoria. En este caso no se trata de un olor
que se pueda transmitir fácilmente: “olía a hierro, olía como cuando se frotan
las manos con herrumbre y esta se mezcla con el sudor”
Haciendo veneno
Continúan
los recuerdos de la infancia. Muy de destacar las preguntas que se hace ahora
en torno a la motivación que los llevó a
la fabricación del veneno, constatando la ingenuidad de los cinco años con las preguntas que se hace
ahora.
Subrayaría: “A la gente le gusta hacer
veneno. Si no entiendes esto, nunca entenderás nada” La crueldad está en el
origen de la especie. La civilización es un largo proceso de reconversión de la crueldad de
origen. La crueldad siempre nos asecha.
Una parábola
Volvemos a
los recuerdos. Entiendo que se trata de ella y sus recuerdos, y ahí no hay
puertas ni ventanas. Hay un diálogo entre ella y sus recuerdos, que no dejan de
ser ella. ¿Quién eres en realidad?
“Pregúntame
en cambio quién eres tú: cuando entras en esta habitación por la puerta que no
está, no es a mí a quien veo, sino a ti” ¿Mis recuerdos?
En los tres
relatos resalto la sutileza y la abstracción poética.
Maniobra
El relato
expresa de manera escueta y suficiente lo que el narrador entiende como una
maniobra de sus padres para echarlo de casa. Relato entre lo cotidiano y lo
insólito, entre lo irónico y lo tragicómico.("Por mi gusto me casaría, pero no sé cómo se hace")
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