13 diciembre 2021

Relato. "Aquelos maravillosos años". Mamen

Club Caliope


Los recuerdos de mi infancia se agolpan en mi mente. ¡¡¡Es curioso!!! Hace tiempo que sueño con ellos, que los tengo cada día más presentes. Aunque, claro está, esos días, ya no volverán.

Recuerdo, como si hubiese sido ayer, esa casita en mi pueblo, donde me topaba, cada vez que salía a la calle, con mis vecinos y amigos de siempre. 


Las tardes ¡¡¡ pero que tardes más divertidas!!! Donde estaba en la calle jugando con mis amigos, donde el tiempo se detenía, y lo único que estaba en mi mente era jugar y divertirme. Nunca me sentí sola.


Esos años que ya no volverán.


Rememoro continuamente, como mi abuela y yo nos íbamos a dar largos paseos por el campo, cercano a mi casa, como veíamos la puesta de sol, entre campos repletos de amapolas.

Esos años que ya no volverán.

Desde mi ático en pleno centro de la ciudad, añoro esos años felices vividos. Y muchas veces me pregunto.

¿Valió la pena tanto sacrificio? Tantos años de lucha.

Tanto no vivir, por alcanzar un status, que, a fin de cuenta, es solo eso.

Me voy a la cama, e intento dormir. ¡¡Ayyy!! Dios mío. Como echo de menos dormir del tirón 8 horas.

Me tomo un Valium. Desde mi ático, tengo unas vistas maravillosas de la ciudad.

No puedo dormir. Sigo con los recuerdos de mi niñez. De repente, suena el teléfono. Es él. No contesto. Para qué.

Intento dormir, pero no lo consigo. Me preparo una copa con algo fuerte, posiblemente, así conseguiré dormir unas horas. Mañana tengo una reunión muy importante, donde probablemente, haga un negocio muy lucrativo. Ganaré mucho dinero. Después de todo esa es mi misión y para lo que sirvo.

Sigo y sigo. No me lo quito de la cabeza. Sigo pensando y recordando tiempos pasados.

Esos años que ya no volverán.

Después de mucho dar vuelvas y vueltas en la cama, consigo dormir unas cuentas horas. El despertador me hizo volver a la realidad de un nuevo día.

Me ducho y me enfundo en un traje de chaqueta, acorde con la ocasión que me esperaba, y me pongo mis zapatos de tacón más sugerentes.

No podía ser para menos. Era mi gran día. Lo llevaba esperando desde hacía mucho tiempo.



Por supuesto, triunfé.  Conseguí mi objetivo, por lo que había estado luchando.


Mis colegas y yo nos fuimos a celebrarlo. Negocio redondo. Unas copas en el bar de moda de la ciudad. Mucha gente, mucho tumulto. Caras desconocidas para mí, felicitaciones de gente que ni siquiera conocía. Falsas adulaciones, todo falso.


Mi mente está en otra parte.


Esas meriendas para celebrar mi cumpleaños, con todos los niños de barrio. La tarta que me hacía mi madre. Nunca he comido otra tarta igual. Mis amigos, mis hermanos y primos jugando en la calle, después de la merienda.

Me viene a la mente, esos retazos del pasado continuamente.


Esos años que ya no volverán.


Vuelvo sola a mi casa. A ese ático con vistas maravillosas de la ciudad.

Mañana será otro día. 


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