De vuelta a la Bretaña francesa.

Club Caliope

Autor: J Miguel R

Cadáver exquisito. Taller

 

Quien me iba a decir que me encontraría con un profesor en la frontera de Polonia/Ucrania con un grupo de estudiantes de arqueología, cuando huía de los continuos bombardeos de los rusos en Leópolis, a unos 50 km. de donde estaban.

Después de andar durante más de dos días por estas montañas casi desérticas, necesitaba agua y algo de comida. Estaba a punto de desfallecer cuando advertí una pequeña columna de humo, me dirigí hacia ella, entonces los divisé, no parecían guerrilleros ni militares y me acerqué, con cierto temor, en solicitud de ayuda, la sed y el hambre apretaban, 

-Tengo mucha sed y hace dos días días que no he encontrado nada para comer. No me dejaron terminar.

– Pues has llegado justo a tiempo, el profe está preparando su especialidad.

Al acercarme vi que comía lagartos a la plancha en ayunas.

            –¿Y todos coméis lo mismo? pregunté esperanzado.

            –¡Pues claro! En estas montañas no hay más que lagartos y serpientes, y las serpientes son jodidas de capturar.

            –¿Qué te parece la comida? Pregunto otro de los estudiantes.

            –Bueno, al menos, ¡están en ayunas!, respondí

            –No, hombre no! Quien esta en ayunas es el profesor!

En ese momento se me fue el hambre y hasta la sed! Contaron un chiste y se rieron a mi costa.

Cuando les conté el porqué de mi peregrinación por estas montañas, se ofrecieron a llevarme con ellos y todos terminamos viajando en una galera hacia La Bretaña francesa