Club Caliope
Autor: Rafael Serrano Allely
¿Quién era? Un Profesor
¿Dónde estaba? En la frontera Polonia/Ucrania
¿Qué hacía? Comía lagartos a la plancha en ayunas.
¿Qué hicieron o dijeron los
demás? Contaron un chiste y se rieron
¿Cómo acabó? Viajando en una calesa hacia la Bretaña francesa
Juan era un Profesor de Matemáticas que se había obsesionado con aplicar los
conocimientos matemáticos que poseía en su vida cotidiana hasta el punto de
llegar a preocuparle. Contaba los pasos en sus desplazamientos. Realizaba
cálculos de volúmenes para saber si la ropa cabía o no en la maleta. Calculaba
la moda y la media aritmética para saber las características del pueblo donde
veraneaba cada año. Ante cualquier problema o contrariedad cotidiana intentaba
hasta la desesperación aplicar un modelo matemático….
Llevaba tiempo pensando que tenía
que cambiar de trabajo e incluso de país. Pero cómo. ¿A qué se podría dedicar?
¿Y si pedía una excedencia?
Un país que le atraía era
Polonia. Llevaba meses recabando información sobre este país: planos, ciudades
monumentales, monumentos, senderismo…
Una noche soñó con un país del
que tenía muy poca referencia: Ucrania y al día siguiente a través de internet
consiguió un cocimiento exhaustivo del
mismo ¿Y por qué no Ucrania?, se repetía
una y otra vez.
A partir de entonces estas serían
sus dos fijaciones: o Polonia o Ucrania.
El sueño que todo lo puede lo situó en
la frontera Polonia/Ucrania con un pie en cada país. Era la verdadera
encarnación del Dilema. En su delirante
ensoñación se observaba cuando comía
lagartos a la plancha en ayunas. O eran lagartitos de cerdo.
Lo inusual de la postura y el
olor de los asados hicieron que un grupo de polacos y ucranianos se acercaran a
la frontera. El ambiente era distendido y
contaron un chiste y se rieron.
Los sueños se le dispararon y las
elucubraciones eran ya incontroladas. Cada vez acudía más gente al olor de los
asados, convirtiéndose casi en una romería a la que acudían de ambos lados de
la frontera. Hasta hubo un intento de sacar al Profesor en romería, unos para
Polonia y otros para Ucrania. Había que salir de aquella situación que ya le
agobiaba y acabó viajando
en una calesa hacia la Bretaña francesa.
Su compañera le miró aterrada
cuando al despertarse le vio subido en el cabezal de la cama gritando: ¡Cuándo
vendrá la calesa¡
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